Hotel Heartbreak, habitación 139.
-Ni lo intentes -dije, observando al chico apoyarse a mi lado-. Estoy ocupada. Él arqueó una ceja y sonrió. Yo tiré el cigarro al suelo y lo aplasté con fuerza, dejando claras mis intenciones. -No te lo has terminado. -Será que la compañía no es grata -respondí, colocándome bien la chaqueta. No hacía demasiado frío, pero tampoco sabía si tenía que hacerlo. Ni siquiera sabía en qué mes estábamos a esas alturas. En mi cabeza, había pasado tanto tiempo en el hotel que ya ni contaba los días. No había calendarios, y mi móvil se había muerto hacía ya tiempo. Era complicado, en realidad. Seguía siendo igual de complicado que al principio. No solo mi corazón, mi alma también se encontraba adolorida a cuenta de ese imbécil. Me preguntaba si, en algún momento, eso cambiaría, a pesar de que me había acostumbrado tanto a la apatía que ya apenas me importase. Caminé al interior y le dediqué una mirada de reojo al camarero. Él hizo un movimiento de cabeza hacia la tarima, indicándome que estab...