Bienvenidos al hotel Heartbreak.

En esta noche oscura, una vez más, os esperamos en el hotel Heartbreak, siempre dispuesto, siempre disponible. Todas nuestras habitaciones son suites, y todos nuestros invitados salen encantados.

Yo soy la recepcionista, una mera trabajadora que se dedica a entretener mientras os buscamos una habitación. En este hotel, primamos la comodidad y el lujo a la hora de ofrecer nuestros servicios, pero debéis comprender que, una vez entráis, vuestras historias se quedarán aquí, por el resto de la infinidad. Al fin y al cabo, somos una auténtica joya, un lugar al que acudir desde el principio de los tiempos, un secreto que guardamos (y guardáis), sólo para aquellos que lo necesiten tanto como vosotros.

Así que, si una noche oscura, en un camino casi abandonado, os encontráis con un edificio negro y un rótulo con un corazón partido, sabréis que habréis llegado. No aparecemos en buscadores ni en guías turísticas, pero seguro que estamos ahí justo cuando más lo necesites. Y si no nos llegas a ver nunca, entonces nos alegramos mucho, muchísimo por ti.

Oh, y para evitar esa situación social incómoda al acercaros a mi puesto para pedir alojamiento, habréis de saber que mi nombre es Cassandra. Cassandra es más que suficiente. Y no os sintáis avergonzados por los ojos rojos o por la nariz moqueante, estoy más que acostumbrada a verlo.

Pero, por si acaso... Comencemos a contar lo que ocurre en este hotel.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Hotel Heartbreak, habitación 232.

Hotel Heartbreak, habitación 213.

Hotel Heartbreak, habitación 164.