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Mostrando entradas de marzo, 2020

Hotel Heartbreak, habitación 777.

Se despertó entre sus almohadones favoritos, totalmente cubierta por sus sábanas de seda rojas. Podía verla a través del dosel de encaje, y supe al momento que no se había levantado de buen humor. Tragué saliva y me dispuse a colocar en mi rostro la mejor de las sonrisas. Odiaba verla fruncir el ceño así. Los otros dos sirvientes tenían una expresión de desconsuelo en sus caras, probablemente igual que la mía. Se estiró y se apoyó en el cabecero de ébano, con su largo cabello recogido en una trenza cayendo por su espalda. Se había despeinado mientras dormía. Probablemente hubiese tenido pesadillas. Apreté el puño derecho hasta que los nudillos se me tornaron blancos. Luego, carraspeó. No hizo falta que malgastara su primera palabra del día en mí, solo me miró y me levanté, apartando con cuidado el dosel. -Buenos días, mi Reina -pronuncié, con voz suave. Sabía que odiaba los sonidos agudos por las mañanas-. ¿Le apetece desayunar? Ella bostezó y sonrió ligeramente. Luego, me observó un

BREAKING NEWS

Un médico se vuelve loco y mata a todos los pacientes de su planta  El asesino ha sido trasladado esta tarde al manicomio de la comarca, esperando la revisión psiquiátrica que podría actuar como atenuante en su juicio. 11/3. 16.51h. Hoy es un mal día para nuestra ciudad. El conocido doctor Jaden McCormac, sumergido en lo más hondo de la mismísima locura, ha decidido acabar con la vida de todos los pacientes de la planta de neurología que llevaba. Ha realizado inyecciones de una sustancia venenosa en el cuerpo de los ingresados, y los monitores han empezado a sonar automáticamente en cuanto ha acabado su turno.  Por suerte, los guardias de seguridad han actuado con rapidez y le han contenido antes de que pudiera marcharse. La comisaría de policía ha dispuesto un furgón en escasos minutos, llevándolo directamente a la institución psiquiátrica para que fuera evaluado. El doctor McCormac no había presentado ningún tipo de signo previo que pudiera conducir a semejante catástrofe,

Hotel Heartbreak, habitación 164.

-Ya la has vuelto a liar -dijo Lock, agarrándose el puente de la nariz y suspirando-. Anda, vamos, que habrá que deshacerse del cuerpo. Yo me encogí de hombros. Una hora antes... Llevaba menos de 10 minutos en esa casa y ya me quería largar. Cuanto más hablaba, de peor humor me ponía yo. En realidad, no tenía muy claro qué hacía allí, cuando me había parecido una mala idea desde el principio. Encerrarme con pseudodesconocidos en un lugar apartado con una persona a la que si no sabía, me imagina que odiaba. Estaba claro. Pero es que era completamente insoportable. No dejaba de hablar de él, él y él. No tenía más temas de conversación. El resto de las personas de la fiesta se mantenían en silencio, sin parar de beber de sus copas, con la incomodidad reinando en el ambiente pero sin decir nada. Yo, por mi parte, sabía que nada de lo que fuera a decir era ni remotamente bueno ni agradable, así que preferí tratar de ignorar su voz de leñador recién llegado a casa y continuar con mi be